Sobre la ópera
El ocaso de los dioses, estrenado en el Festival de Bayreuth en 1876, es la tercera jornada del Anillo del nibelungo y el drama musical que cierra la Tetralogía wagneriana.
Esta obra es la más trágica y oscura de la saga. El mundo de los dioses con sus asesinatos, incestos, traiciones y desenfrenos es pasto de las llamas para de nuevo volver al origen, al fondo del Rin.
Al reino de los dioses sucede un mundo nuevo, el del hombre emancipado de las leyes divinas. La obra está llena de momentos musicales bellísimos que han servido de banda sonora para el cine: “El viaje de Siegfried por el Rin”, la sobrecogedora Marcha Fúnebre o la escena final, conocida como la “La inmolación de Brünnhilde”, epílogo para una de las grandes obras de la historia del arte occidental.